plan "VE"

No lo había olvidado, pero tampoco estaba tan fresco tal cual hoy; este día está grabado a fuego. Quisiera tener un plan "VE", pero me aterra el rechazo y la vuelta con la cabeza descolgada, sin saber lo que es mantenerla en alto. Imagínate, hay rechazos que se agrandan.
Te he dejado sentir la soledad, te he dejado resistir el cambio, así como emprender cualquier rumbo opuesto, te he dejado balones botando y pareciera que desde ésta fecha no necesito nada más. Lo irónico es que no lo tengo y aún me atrevo a tirar una frase top de reconquista: tú me completas. Nunca había usado tanto la memoria con alguien... Es un desastre, es predecible, pero lo vivo y lo siento.
Mis mejores deseos para los días ya vividos.

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cerrojo

Te dejé soportar todo el peso de mi historia, pero fallaste el día que optaste cerrar con cerrojos lo que busca ser y necesita libertad. Todo se desgasta si decides no arreglarlo; todo pierde su color natural si decides no protegerlo y todo cae por gravedad si decides no aguantarlo.
Nos estamos hundiendo en la fosa de lo común y no me decido si el orgullo o la vergüenza es quien no te permite deslizar ese obstáculo. Yo propongo dejarnos ser.

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pescar

La más importante de mis virtudes la atrapaste tú; me dejaste sin sueños, pero me construiste realidades.
Saliste a pescar mis lunares con la mejor carnada en tu rostro: la sonrisa, y navegué sin mapa entre tus pies hasta encontrar un remolino en tu boca. Naturalmente me enamoré, ¿y tú?
Deberías volver a pescarme comiéndote con la mirada, con tanta intensidad, y que sútilmente lo interpretes en una bonita manera de querer bien.
Deberías volver a pescarme mordiéndome los labios por admirar tus manías.

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nada carece de significado

Creo que todavía no hemos asimilado lo que hemos perdido, ni lo que ha quedado en nuestro entorno. Ya lo sé; nada es lo que parece pero nada carece de significado.
Hay que ser determinado para sentir tanto amor. No puedo pretender que no quiera chocar con tus muslos y que tus brazos me sirvan de cinturón de seguridad; estoy incubando todo el amor que me queda en tu ombligo.
Camino distraída, tu pecho es miel de abeja y tu lengua es un charco donde se refleja la luna; pura magia. Es mi propulsor, mi campo de fuerza y me borra cualquier traspiés. No me molestaría levantarme en medio de la madrugada a hacerte el amor o a hacer(te) cosas pequeñas con mucho amor.
Seguro que ahora ya te diviertes, lograste avanzar la escena y parar todo para que empiece a correr de nuevo desde ese momento en que te volviste a ver feliz. Yo necesito un olvido porque recuerdos tengo muchos. Me has invadido de tu respiración los oídos y tu olor natural se desliza por una de mis mejillas hasta encontrar de frente mi nariz.
Te sigo abrazando la ausencia y me sigues queriendo el abandono. Estamos equivocados, todos.

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en las manos de un niño

Dos días pensándote, arrastrando una locura tras otra y volviendo a imaginarme que duermo abrazada a tu espalda; he llegado a encontrar nuevamente tu sabor en un bostezo y he llorado de saber que no dejo de extrañarte.
Tres días dibujándote, sonriéndote en el recuerdo y el mismo recuerdo revolviéndome la panza; he dado vueltas en el aire tratando de comprender porqué nos complicamos tanto la vida siendo tan corta.
Cuatro días buscando cómo tocar la puerta de tus ojos y convidarte a comernos una cometa; he cumplido una vez más con la historia de mis sentimientos.
Cinco días intentando explicar que no puedo aterrizar en un nuevo cuerpo sin amor; he volado todo este tiempo en las manos de un niño. Y esto es para que veas que es por ti.
Seis días rescatándote de las dudas y ofreciéndote el horizonte; he perdido el miedo solo por ti, sin remedio.
Siete días queriendo besarte la mañana; los días que representan la semana, luego las semanas que cumplen el mes y los meses que cuentan para llegar al año. Y a ti te toma menos de un día para dejar todo en el pasado, rescatarme sin palabras y abrirte mis manos.

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hasta siempre

Despierto sin tu paisaje, reviviendo sentimientos, sin poder construir en lo muerto, con tanto frío, sin el puente de tus sueños, sin los canales de Venecia, sin el arroyo de tus ganas; estoy comprando diario un boleto a tu recuerdo, a tu boca, a tu macaron de Ladurée, a tus 'Buen día', a tus piernas, a ese coliseo romano, añorando la cobija de tus brazos, el colchón de tu pecho y arrojando hojas de otoño al aire que respiras. Sé que quedé fascinada con tu risa, tu mirada de enojo, tu silencio perdido, tus excusas sin fin, tu terquedad, incluso lo que hicimos mal.
Ya no hay nada en mis manos, no hay plan B, ni siquiera el resto del abecedario puede ser otra estrategia; todo está en las tuyas, sin más. Eres el hat-trick en una final, el título, mi Copa Mundial, mi Libertadores, mi Barclays, mi Scudetto, mi Liga, mi Champions League, mi Intercontinental, lo máximo que puede desear un futbolista de élite, de Sudamérica a Europa, pero en Nueva York te pediré un 'hasta siempre' y si lo puedo imaginar, lo puedo lograr. Todo por agarrar tus manos, abrazarte sin antojo, sólo por amor y mirarte para admirarte hasta que me vuelvas a encontrar con un beso.
El mundo se quedará queriendo contemplarnos.

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gotas de amor

Ya lo entiendo, ya lo veo; esto de ser incondicional ni con una promesa que se guarde se conserva, sólo es cuestión de sentirlo, de saber que no importa lo que hagas continua a su forma y si tratas de moldearlo para buscarle otro espacio lo que hace es esparcirse. Por eso hay que dejarlo ser; ya va a menguar, ya va a deslizarse, ya va a desaparecer, tal cual las gotas de lluvia en el cristal.
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ese día

Mi mano derecha en el este de tu pecho intentando apaciguar las carcajadas, mis dedos en el centro de tu boca buscando un silencio dulce, mi cabeza en la almohada de tu abdomen, mis ojos escuchando el cielo de tus labios, mis oidos mirando el sonido de tu voz y tu nombre que se repetía en distintas ocasiones sin fin aparente hasta que tu propia independencia me arrastró a las arcadas de la cicatriz más importante de tu vida. Tu sonrisa despertó mi risa y mis ganas de jugar con tus pies; eres la suerte de primera calidad que se durmió con el atardecer. Ese día hubiera podido cenar con el paso de tus años, tal vez me hubiera enamorado de lo que serás, pero no te volví a ver; me declaré culpable de querernos conquistar. Volvamos a vernos, a hablarnos.
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quédate con lo que quieras

Esta estación fue testigo de que cuando empezaba tuve la intención de hacerte entender que querer implica prometer y que la inmensidad no se deja en cualquier cama, mucho menos con cualquiera. Quizás no tomaste mis palabras en serio y no es mi culpa que no lo hicieras, sino de que dejaras de creer. De camino a ti jugué toda la mañana, pegué fuerte con mis piernas, me lesioné la rodilla, pude regresarme a casa pero sabía que al final del día nada superaría la sensación de sentirme a salvo entre tus brazos. También sé que el post no fue lo mejor y te dejé con un disgusto irreprochable, lo recuerdo como si fuera ayer.
Después volvió a pasar con la misma intensidad y con arrebatos de dudas, además de una despedida brutal escondida en el armario que nunca tuvimos, fue tan complicado de comprender y ahora mi bálsamo es que el tiempo lo minimiza todo. Boto balones tres días a la semana y me quedé con la sombrilla que te ofrecí en estos días de lluvia a venir. Me dormí en ti, desperté con la pesadilla de no poder mirarte más fijamente pero no quiero repetir este naufragio sin explicaciones por tanto tiempo. Dejé todos mis dedos separados esperando que los tuyos cayeran sin gravedad aprendiendo que no puedo confundirte entre tanta gente y sentir más de la cuenta. Quédate con lo que quieras, que yo igual ya te guardé como a nadie.

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ánimo

Emigré un día que se alistó y se vistió de negro, me fijé que el marco de uno de sus ojos hacía verlo más pequeño que el otro, una de sus cejas se arqueaba más que otra y si bajaba la mirada me encontraba con un pozo donde escondía toda su magia. Sus ojos son marrones, pero deberían de llamar más la atención, son luminosos y sirven de guía aún cuando duerme.
En ocasiones sonreímos para capturar un momento, darle la virtud de que sea uno feliz, un buen recuerdo y que tenga su intento de imagen eterna, pero yo sonreía interminablemente por dentro y por fuera al ver su sonrisa, grande y esplendida, era un escándalo disfrazado de alegría.
Hay rostros que no mienten, son tan predecibles que acaban con cualquier mentira, por eso valoro y respeto lo que siento. Vuelve a sonreír con los ojos y vuelve a mirar con la boca. No te quiebres, ánimo y fuerza.

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imitaciones

He bajado la guardia y he aprendido nuevamente a estar conmigo misma. El verano me está pasando factura, así que no sé si cuando llegue el otoño podré pagar por el resto del año. Y es que desde ciertas fechas de otoño no necesito nada más. La certeza de saber que ahora ya no sientes por mí me despeina las neuronas pero mi intención de seguir reinventando la libertad sigue transformándose. ‘Hago pájaros de barro y los echo a volar’. Sabes que transpiro libertad y que, por ende, no tuve opción que encaminarte a lo mismo. Estoy a un paso de volver a salir de tu vida, como todos los días; me haces sentir lo diminuto y grande que soy, y debo admitir que me vuelve loca tu comprensión incondicional. Sé que me lees y por eso te comparto que no existe nadie con quien haya sentido más la piel; dormí en el cielo y nadie me cree. Eres mi otro yo. Mi cómplice perfecto. Tu ternura me desarmó y mi desasosiego interior desapareció con tu dulzura; cualquier otro bombón es una imitación. Me hiciste rozar el cielo con mis dedos pero contigo. Es amor y tiene algo más que no he sentido antes. Después de decir eso, déjame guiñarte un ojo. Tu sensualidad me enamoró. Me hamacaste con tu tranquilidad. Y si no tuve qué responder cuando tenías la razón, el sonido de uno de mis besos era la solución y listo. Me despido sin salidas, sin que te des cuenta, pero ya sabes, cualquier otro bombón es una imitación.
FlickR Monica Camponovo

vengo del futuro

Pregúntame cómo estoy.
Disuelve el silencio.
Niégame la indiferencia.
Sálvame el tiempo.
Ármate de voluntad.
Búscame en la tierra prometida.
Acércate a mis púpilas.
Cúbreme con tu voz.
Atrápame en tu pelo.
Abrázame los pulmones.
Bésame la palma de mis manos.
Quiéreme un poco menos.
Vengo del futuro: te quiero todavía.
¿Qué significo para ti?
'Olvídame tú (que yo no puedo)'.
Perdóname por mentirte; mi temor es que lo hagas.
¿Me puedes definir?
Abrígame el vacío.
Aclárame las dudas.
Méceme el sueño.
Duérmete en mi vientre.
Despiértame mojada.
Protégeme la suerte.
El paraíso es tu cara.
La fortuna es tu ser.
Y tienes lo más importante del mundo y sin poseerlo: mi amor.

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dos cabezas, un corazón

Caminas suavemente, mantienes tu sonrisa, ahora estás leyendo un intento de poesía, de la que no enamora, de la que no convence, pero al menos lo sigo intentando, sin resquemor; te dejo ser, tú, bombón, es la mejor opción. ¿Me dejas acompañarte? Te voy a llevar de la mano, que nos guíe el clima, te ofreceré mi atención, el momento, la vida, la reflexión y mi inmadurez, porque dure.
¿Te acuerdas cuando me besaste y trajiste a mi boca la sorpresa más redonda y versátil de todos los tiempos? Sencillo; se me puso la piel de gallina y sólo me sonaba los dedos, me estremecí, me amotiné, sin malicia, fue el despegue a la troposfera.
¿Te acuerdas también cada vez que te acercabas a mi cuerpo por detrás y deslizabas tus manos por mi cintura para abrazarme por la espalda? Simple; me arrancaste los pies del suelo y me olvidé de las pistas para seguir, asimilé que somos dos cabezas y un corazón latiendo al mismo ritmo.
Dibújame un mundo contigo, en tu espacio de ensueño, asáltame el día, escápate de la rutina, no pienses hacer nada especial y cuéntame qué has imaginado.

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saco pecho

Esto es cuestión de admitir lo que nos pasa, sacar pecho, dejar a un lado la ropa del corazón, desnudarlo, abandonar este síndrome de abstinencia y no escondernos el amor (ni tú a mí, ni yo a ti). Reconozco que a veces trato de ponértelo más fácil, no intento callar los defectos, los problemas y las desilusiones, pero es que la vida funciona así para mí; sigo siendo la misma ilusa que prefiere no complicarse la existencia con excusas sin bases, argumentos aburridos e ideas inventadas. Me haces sentir que en algún momento he perdido la razón, y no es desagradable saber que alguien que no le guste hacer daño te haga perder el norte al tocarte las pestañas, sobretodo cuando me expongo a flor de piel. Tengo ganas de tu voz, deseos de mecerte la mirada, necesidad del calor de tus manos y ansias de aterrizar encima de tu espalda. Si algún día echas la vista atrás y te pides explicaciones, ojalá que se contesten en un puño de caricias.
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pequeños

No quieres crecer, no te gustan las caras tristes y no quieres vivir para ser mayor, sino vivir para ser pequeño, pero siempre me contestas como un adulto más.
Para nosotros los pequeños no hay nada imposible.
Para nosotros los pequeños no existen las despedidas.
Para nosotros los pequeños no hay que entenderlo todo y sólo perdemos la cabeza en una cobija calientita o un cuerpo que nos cubra el nuestro por completo; nos basta con saber que la felicidad está en el refugio de un pecho reconfortante. Tampoco nos gusta que nos hablen feo, apenas podríamos tolerarlo si lo hacen despacio porque no nos agrada nada de prisa, nada; ademas sabemos que después podríamos llorar y por cada lágrima muere un hada. Y ya sabes el quilombo que se arma con Peter Pan.
Para nosotros los pequeños no hay que esperar recibir para dar, cualquier día es lindo para ofrecer un beso, una sonrisa que termine en una risa imparable y una mirada llena de ingenuidad, sin nada a cambio.
Nosotros los pequeños no completamos jornadas, quehaceres y diligencias, sino sueños en nuestro propio mundo, porque nadie nos toca y nada nos perturba.
Para nosotros lo mejor es quedarnos pequeños y perdonar a los adultos, porque no saben que lo que vale es lo interior… La ropa interior, sí. ¿Ya entiendes por qué duermo así?
Para nosotros los pequeños no hay motivo para negar un abrazo; un abrazo es reconciliador y protector, sin necesidad de palabras susurra un 'todo va a estar bien' y un 'te quiero' también.

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royal kiss

Los labios están para besarnos, reconocernos, enterarnos de lo que nos duele, de nuestros momentos de felicidad y para llevarnos a otro nivel; están todos los sentidos involucrados, existe una intimidad absoluta, incontenible, donde todo encaja con naturalidad. Y si hablamos de nuestros besos te diría que congenian con elegancia, y si hay que entallarle algún sabor no es ni dulce, ni salado, ni mucho menos agrio, sólo sé que existe la magia de dejarnos flotando, de romper con la gravedad del mundo y acabar mojándonos más y más. Me dejas con ganas de vivir, saciarme y reventar de amor. Me reinvento, me pinto a color, me alimento y me dejo ser en un beso tuyo; un 'royal kiss'. ¿Y tú qué sientes?
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frente equivocado

A veces sufrimos más de lo que nos toca, en parte porque batallamos en el frente equivocado, yo sigo intentando ser tu salvavidas, pretendo que veas que no hay porqué ser prisionero de ciertas guerras y, quizás, por eso me culpas. Tienes razón, mis letras no te pertenecen, son mías, vienen de mi interior, de mis grietas, de mis paredes, y las publico al mundo cuando quiero, si me siento con las ganas, pero sería absurdo no concederte los créditos si eres el motivo de inspiración. Lo sabes. Lo sé. Y no hay nada malo en ello. Lo correcto también sería hacer la salvedad de que pocas veces suspiro con diferentes velocidades; sí, corazón, te explico lo que me pasa, tengo suspiros de una sola inhalación y exhalación, y luego está el más emblemático: una sola inhalación, bien profunda, y dos y hasta tres exhalaciones, rápidamente. Esos, esos suspiros son míos por igual, aunque vienen justo cuando pienso en ti, cuando te recuerdo, valga la redundancia, cuando te recuerdo me hago más fuerte, así que no tengo raíces para odiarte. Saca eso de tu cabeza.
Hoy puede ser un gran día, antes descansa, anda a dormir, acá queda un abrazo también, por si lo quieres.
Juégatela un poco, ¡valiente!

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púrpura

Haces burbujas con tu ingenio, ¡qué divertido!, naces de la risa, de la de los bebés, el blanco te sienta de miedo, terriblemente bien; tienes un lindo mal genio, sin malos modales, respiras compasión y todos te invitan a vivir al país de las maravillas o a la tierra prometida. Yo te invito a mi casa, la de los objetos perdidos, donde hay cuentos antes de dormir, a cualquier hora, y donde se viaja al Monumental, Wimbledon y a la tierra firme de tu piel, de marfil; después de regresar, te regalo una estela de felicidad, una iris, púrpura, en la habitación del amor, de la fiesta, de las alpargatas. Rebobino tu imagen, con rebeldía, con atrevimiento, de cuando dormías en mi pecho y entiendo una y otra vez que no soportas no poder reparar las cosas. También yo dormí en tu pecho, en tu volcán, y te convertiste en el ruido de mis latidos, los suspiros de mis pulmones y el fantasma de mis noches. Te guardo una nota, en una servilleta, que nadie se entere, convídame del caramelo, de tus ojos, fúndeme y abona mis sentidos con tus caricias.
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agua de caña

Te creo, no estás haciendo uno, sino dos esfuerzos, yo hago tres, tres leches, no es fácil, pero no lo desees, es una broma; mejor suspira, róbame un beso, de azúcar, de caña, y de agua, de coco. Guárdame dentro de ti, escóndeme, en la palma de tu mano, la zurda, la arqueas tan lindo, y luego aliméntame con ella. Mírame, "te quiero", tengo algo que contarte, aprendiste bien, rápido, ya contestas todo sin decir nada, además con clase, te felicito. Es mi mejor legado. Me quiero reír, me hace gracia, eres inteligente, pero sabes cuándo usar la astucia; es vital conocer sus diferencias. Las palabras valen, tanto como los hechos, son promesas, no problemas. Te extraño, no lo que haces, no a dónde vas ni lo que ves, si estoy en todos lados, contigo, en el corazón, y te cuido; te extraño inolvidable. No digas ‘adiós’, mejor ‘hasta luego’, es un riesgo, no hay necesidad de decir medias mentiras. Ya lo sé, yo también soy difícil, pero los tesoros se protegen, por eso se vale soñar, soñar es sentirse despierto. Bébeme despacio, endúlzame lento.
FlickR Monica Camponovo

absorbida

Quiero tomarte los pulmones prestados y junto a los míos gritar a quemarropa con la mirada que estoy absorbida. Tal vez no tendrás tiempo de percibirlo, ahora vives corriendo, con prisa, itinerarios cargados, e inesperados, pero este es el inicio de 'tu momento', debes vivirlo, aprovecharlo, es tu derecho; sé de tu agenda, lo recuerdo, me contaste con pasión, no paras a observar, te cruzan los detalles; a mí también, pero no he dejado de plasmar todo lo que te pueda ayudar a encontrarte, y a encontrarme contigo. Son tantas palabras, no se las lleva el viento, están ahí, ya tienen su espacio, en un punto, paralelo, donde te alcanzan, pero ¿te siguen moviendo el piso? Comprendí aquel dolor en esa sonrisa fingida a ratos mientras estuviste de vacaciones, tu rabia ante mi negligencia mezclada con todo el amor que te había suplido en 48 horas y las razones que remolcan a este silencio. Me he fundido en tres motivos que, eventualmente y cuando la vida quiera, hablaremos; yo propongo hacerlo al momento en que me encuentre deslizando mis labios por tu espalda con besos de niños, de esos que suenan tiernos y son tan desinteresados. Después de ese momento, te diré que me fascina tu forma de caminar, tus pies, finos, verlos, admirarte al descansar, con tu piel al aire, si bailas también, porque bailas rico, con tu sonrisa se hace más dulce, es mi sinfonía. Te invito a verme, tengo confesiones, de abrazarte el mundo, de mis ganas, de saberte cerca, derretirme, contemplarte, las manos, su postura, y no menos tu boca, sus labios, tan nutritivos, es cruzar el atlántico a mordidas. Sin despedirme, que tengas un lindo día.
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fuego

Te escribía cartas prácticamente a diario durante el último mes para no partir(me); me estaba sacando todo día a día, pero me invadió una rara sensación de que me estaba quedando sin nada. Por un lado, es lo mejor que me puede pasar para olvidarte o, simplemente, para abrirme a una nueva historia; por otro lado, no quiero que me dejes un vacío. Lo he pensado incansablemente y he tenido la intención de quemar a puro fuego esa fuerza de voluntad; no sé si te estoy haciendo daño y prefiero cortarlo. Además, escribir(te) parece que dejó de ser una solución desde hace un semestre. Lo peor es no saber si te hace falta o no. Hay días que todo se ve con calma, otros en que la preocupación del recuerdo agita y mis ojos lo transmiten, sale todo desde el fondo, echando de menos decirte a la cara que quiero un beso y necesito un abrazo. Esto lo gané yo, no es divertido ni mucho menos simple, pero sé que puedo cargar con más que tú y el tiempo me ha dado la razón, por eso lo llevo a lomos, sin quejas. Sin quejas porque esta historia en su momento fue fabulosa, un tesoro, un cumpleaños, en la que reproducir sus escenas es un espectáculo. Ahora lo transcribo, para darme cuenta de todo lo que se queda sin respuesta, del tiempo que pasa, de los problemas que desato, de los consejos que no sigo, pero es tan natural, en mí, en ti, sabernos qué decir y que por eso tú no lo dices y yo me refugio. No hay afán, no hay desgaste, es sólo la tenacidad de estos sentimientos.
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entrañas

Te clavaste en el recoveco donde existe más amor, y ese lugar no es el corazón... Es ese lugar donde se siente todo, donde se ríe más, donde se toca el alma: las entrañas.
FlickR Monica Camponovo

colgada

Me ha sorprendido la espera y no es la primera vez que, literalmente, me dicen lo mismo. Ha sido un trompetazo a mis sentimientos, pero el destino sabe que le guardo la pregunta más sincera de todos los veranos: ¿cuándo llegará el día en que sentirás el arrepentimiento a flor de piel? Yo mientras tanto me cuelgo en la estantería de la vida, sonriendo para el primer postor junto a otros que quizás no tienen los mismos motivos pero sí las mismas razones. Todos se venden, yo me vendo para quererte un poco menos, pero esto es 'to the sun and back', sábelo. Estoy agarrada de manos con el recuerdo de tus manos, tus ojos y tus labios; sufro dulcemente por seguir descubriendo cuántos besos caben en tu cuerpo y por congeniar con todo lo que quieres y tus necesidades. Te llevo las 24 horas del día conmigo...
FlickR

vamos a tocarnos

¿Qué vamos a tocarnos esta vez? ¿el alma?... Queda tanto por sentir y nos empeñamos en maquillar la ausencia, e incluso el llanto por dentro. No entiendo para qué nos mentimos. Debí provocarte y hacer todo más de prisa, llevar las cuerdas a tu nota de contrariedad más alta, pero nunca debí dejar que me dejaras ir, porque entendiste que no lucho, que me rindo y que me gusta perder mis cosas, que son tus cosas también; y tú odias eso. Yo también. Haría falta que me explique más, pero la duda está saturada de preguntas, ahora quiere respuestas para saciar la sed de seguir queriendo con todo y con nada. Porque te quiero con nada también.
Vamos a tocarnos la risa, los sentidos y el paladar de los besos, que saben tanto a ti, a amor.

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tu esencia

Me he llegado a preguntar si es que tu sonrisa me queda grande y tu amor gigante. No sé cómo definirte, pero es tan fácil sentirte, sin necesidad de verte. Hay celos, sin compasión, de tus propias manos, que te recorren la piel sin mi cuidado y sin mi intención; hay celos de los ojos que te miran sin acariciarte los sentidos y hay celos de la oscuridad que cubre las cicatrices de tus experiencias. El frío ha dejado de anclar en mi cuerpo desde que tu voz compartió vientos de calor con mis oídos y cielos sombríos con mis manos. Sólo quedan bolsas de aire para estrellarse contra tus piernas y volver a salvarse para dormir sobre ellas y para saber que sentirse protegida es también una forma de querer, tu forma de querer. Y mi forma de querer es echándote de menos, sin ausencia, sin presencia, solamente por tu esencia...
FlickR Monica Camponovo

hoy todo es una #FIESAT

Hay segundas oportunidades, para sonreír, para arrepentirse, para abrazar más fuerte y, cómo no, para llorar también. Sé que quebrarse es parte del cuento, pero delante de tus ojos nunca fue una opción; yo prefería hacerte reír y pedirte que pasaras tu vida suavemente por mi rostro para llenarme la seguridad de valor.
Tus quejas eran un grito al calor humano, a la compañía, a un oído que escuchara tus experiencias… Ahora hay rincones de esta casa sin aire, sin sonrisas, sin claridad y llenos de desencuentros. He chocado con tu sombra interminablemente, la miro de reojo con felicidad, porque ella sabe que te dije que te quería no solo cuando querías escucharlo sino también cuando yo necesitaba decírtelo.
Tú agárrate a mi cuello hasta ahorcar la impotencia, anda a dormir en el colchón más suave y blanco del infinito, peina tu pelo y mi corazón también, cuídame con tu mirada y habla de lo hermosas que son las pestañas cuando las lágrimas las cubren.
El desconsuelo de mi tristeza la alquilo sin renta fija, que solo quiero deshacerme de ella.

Que no te engañe la prisa, que no te esconda la vida cómo detener el tiempo y abraza cada vez más fuerte.

FlickR

tinta

Empezar el día con buenas vibras hubiera sido deslizar mis cinco dedos por todo tu rostro, de norte a sur, para despertarte. Luego descansar mi cabeza en tu pecho, en el centro de las ganas y volverme a dormir. Estás latente entre los recuerdos; es el desequilibrio de siempre, es el encuentro en cada madrugada y es el echar de menos sin fronteras, sin verbos... Estás en las páginas que se empapan de nuestra historia, de nuestros besos, de las caricias que se guardan en cada letra y respiran en cada palabra. También estás en la tinta que mece mis emociones, escribiéndome la carta más linda del mundo. Te desmenuzo sin tocarte, con los ojos y te convido a cultivarte en las paredes de mi boca, a darme el beso del año.
FlickR

remar

Bogar en los lagos de tus recuerdos, regresar a la orilla de tu boca, desembarcar mi tesoro en el puño de cada una de tus manos y conversar con tu corazón sin olvidarme de permitirte reposar las heridas... Necesito recargar mi tanque de afecto. De espaldas a tu pecho colgarme de él, dejarte morder los labios de mis hombros y recitarte al oído frases para temblarte el suelo; es que no puedo quererte menos. Tengo escalofríos al revivirte y tengo nervios al saberte dos metros de mí. Ojalá te preguntaras si el motivo de mis fuerzas para seguir remando es la felicidad de tenerte en mis pensamientos.
FlickR Héctor Mota Portes

fotografía

Las manos más expresivas.
El corazón de fresa que nos comimos.
El sudor en tu ropa después de quemar el estrés.
El sol en tu piel.
La mirada más grande.
Las ganas escondidas en el puño derecho.
La vida despertándose en tus labios.
Los faros de tus ojos.
Y mis ojos que te adoran.
El badén en tu espina.
El cuerpo más comfortable.
Los mensajes que no quieren una respuesta.
Las rayas de mi alma entre tus manos.
La respiración que me vuelve a encontrar en una bufanda.
El blanco te sienta de maravilla. El rojo también. Y el morado por igual.
Dormirme es uno de tus encantos; babearte es uno de mis encantos.
Valga la redundancia, los ojazos que me incitan a todo.
El balón de fútbol en tu boca.
Los bailes sin pudor, sin remedio...
Volver a decirte 'te amo'.
Cuánto se vive y se revive en la fotografía.
FlickR

sin adjetivos

 
"Asesina de adjetivos. Ya no sé cómo llamarte".
FlickR

date vuelta

Hacer el amor conmigo no fue el fin de la vida que conoces; ya lo ves, sigues respirando y me has superado. Me diste la espalda, te guardaste tus sueños conmigo, tus deseos de escuchar mi voz en la mañana y tus ganas de dedicarte más a mí. Mis pensamientos insisten en baldearte las orejas con mi boca, recorrer mis manos por tu piel de seda, conocer más de la suavidad del puente de tu cuello, enterrar mi tesoro en tus retinas, tomarte las manos para cuidarte y sentarme contigo todas las tardes a ver nuestros colores favoritos en el cielo. Hoy tú no dices nada, te has empeñado en no verme, en buscar quizás en el horizonte lo que te pueda llenar y en ser más para los demás que para ti. Yo te pido que te des la vuelta, que me mires a los ojos y me digas que la vida empieza en nuestros besos. En serio, date vuelta y menciona mi nombre; llámame, que el mundo no sabe que cuando quieres llamar con cariño a tu gente le dices 'Corazón', pero a mi me llamas 'Corazón' con afecto; es diferente, tú eres diferente. Llevas un aura que enamora al respirar tu aire y tu nombre lo confirma. Llevas todo lo que me hace falta y me haces tanta falta.
FlickR

deshilando(me)

Estoy deshilando el sueño, rebobinando el recuerdo, rescatando el momento en que mis manos se enterraban entre tu cuello y tu pelo; recojo los robos de la fiesta y los hundo en el mar azul profundo.
Un sofá, tu cuerpo tendido, encontré una debilidad, fue una presentación de "Cirque du Soleil" ante mi; tus ojos en mis ojos, tu boca entre mis dedos y mis besos en tu frente, tu nariz y tu mejilla, todo parecía una escena de la mejor película del mundo. Cuando estás ausente no hay "feeling", menos mal que me he asegurado de compartir contigo mi intimidad (te envuelves en ella) y mi complicidad también (te rompo en ella). Y en el intento de envolverte entre mis hilos, me destejo, me vas rompiendo uno a uno los cabos de mi alma.
Nos hace falta bailar más, mirarnos más, besarnos más, abrazarnos más, hablar y escribir menos del amor, y desde luego hacerlo mucho más. Luego pedirnos rescate al desgastarnos.
Tienes que ahorrar mi esencia, los latidos de mi corazón, el temblor de mis manos, negarte a no volver a verte conmigo, porque cuando volvamos a vernos espero que los Dioses nos sonrían una vez más para siempre. Y cuando estemos, el tanque de reserva se llenará todos los días pero aún así nos extrañaremos con pasión. Habrá momentos parisinos; sí, desayuno después de despertarse haciendo el amor, almuerzo después de pasear de la mano con soberbia, el picnic en un parque después de vernos la vida en nuestras retinas, el antipasto después de rodar en la alfombra del piso haciéndonos cosquillas y la cena después de comernos los labios a mordidas impalpables. Ya no seremos más de esa gente sola que no puede quererse bien y me coserás los rotos. Te llevaré por la cintura, tú descargarás tu brazo en mi hombro y andaremos por las calles perdidas de otra generación, ¿qué más da?
De momento volvamos a la cama, a descansar sobre la almohada, a soñar un poco más hasta que no nos toque dormir menos.
Te espero en el pasillo de tu oído donde te susurro que te quiero entre tanto aire azul, el color de nuestra esperanza.

FlickR Héctor Mota Portes

descansando en la espera

Esta vez fui yo que intenté resucitarme en el último suspiro. Fui detrás de ti, a depositarte mis ganas y mis deseos de saberte; me he encontrado con un vacío que ya no sé de qué manera llenar. Lo reconozco, no hay ojos que puedan desequilibrar mi balance más que los tuyos, pueden acariciarme el alma en una mirada fija. Mi piel tiene tu tacto grabado; necesito de ti y el mundo necesita de más gente como yo cuando estoy contigo. Es admirar el panorama pensando constantemente en la intranquilidad de no haberte dado todo; es la insatisfacción de no dormir abrazándote el presente; es el enojo de no poderte acariciar el futuro y es tu esencia que grita en mis pensamientos, más que todo y no menos que nada, en las madrugadas. Me advertiste, también lo reconozco; no querías que me enamorara, pero tú tampoco te cuidaste de ello y hoy te cuesta tanto como a mí desenamorarte. Cuesta lo inasequible. Corazón, mi amor, mi cielo... Se puede vivir sin un 'buenas noches', pero no se puede vivir sin un 'te quiero' de buenas noches. Y es cierto que el tiempo pasa pero las personas se quedan. Y así me quedo yo, descansando en la misma espera, con una maleta escondida que está repleta de caricias para repartirlas por todo tu cuerpo con la intención de hacerte sentir las nubes entre tus pies y tus piernas.
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pendientes

Prefiero que no me miren a la cara, pero si se cruzan de frente con mi nostalgia les agradecería que la llevaran a un parque de atracciones; una montaña rusa de emociones no le vendría mal y un tiro al blanco que al atinar compense con abrazos, del tamaño de los tuyos, sería un gran regalo de inicio de año. Es que no quiero morir al mejor estilo tortuga de tantas corazas que le pongo al corazón.
Estoy a punto de barajar el orgullo, aparecerme en tus sueños, dejar los pendientes para otra ocasión y darle de nuevo a tu mundo mi sentido de la realidad. En muchas ocasiones pensé tener muy claro lo que es echar de menos; yo no dejo de pensarte y lo acompaño de suspiros constantemente... Es andar a ratos con una sensación de falta de aire prácticamente indescriptible y es añorar con todos los huesos de mi pequeña caja torácica darte un abrazo para no escaparme de ti. También es saber que el silencio no tiene nada que ver con olvidar y que escribir sirve para desenfundar de lo que está lleno el corazón.
No me miento, aun en la ausencia no estás ausente y en silencio también estás presente, pero sigo aparentando menos fracasos de los que he ganado. Deberíamos aprender a agregarle besos, miradas y caricias al mal tiempo; yo propongo los tuyos.
Y me importa un carajo el que no le vea alguna relación.

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