abrazo esponjoso

Mis pupilas estaban de fiesta hasta hoy. Mi mundo saludaba el amanecer con felicidad al ver tu sonrisa, escuchar tus besitos ruidosos y al ver ese color rosa de tus mejillas; traías puesto el colorete natural más lindo del planeta cada tarde a mi casa. ¿Cuándo puedo devolverte los abrazos de algodón que me dabas? Eran abrazos esponjosos, esos que sólo tú sabes dar, por tu ingenuidad, por ser especial. Recuerdo tus ocurrencias, tus gestos pero me derrito enseguida por la nostalgia que se esconde detrás de mi espalda a estas horas.
Quiero otro beso a través del cristal, mirar esos ojos de miel pura despedirse con tanta ternura y levantar con pocas ganas un 'adiós' provisional en las manos; porque yo te vuelvo a ver, eso seguro, y cuando te vuelva a ver te devolveré un abrazo esponjoso.