salir a volar

Fue el beso en la frente que me destrozó el alma.
La 'palmadita' en la cabeza, luego de los abrazos, escribió en mi frente el desenlace de las caricaturas: "The End". También fueron las ganas de besarte y tú esconder la cara mientras intentaba recuperar las fuerzas en tu hombro; tus palabras tan atinadas me devolvieron un frío respiro, porque el pecho de por sí ya era una caldera. ¡Cuántas emociones!, me gritaba la consciencia.
Comprendí que no debía retroceder más, era el momento adecuado para poner los dos pies bien juntos y hacia adelante, para no permitir que mis hélices siguieran girando hacia el mismo lado, para sentarme al timón de mis sentimientos y para ponerlos a volar sin acompañante. La vida es así, hay que volar solo y sin recomendaciones especiales. El amor no, ya lo sé; nadie mejor que yo para saberlo, es mi mejor motor. Pero hoy las ganas apenas alcanzan para salir a volar.