disfraces

Media mañana, rutina sin opción, cansada, con sueño, encerrada, ahora sin tiempo para nada, después con tiempo para todo. Por suerte existe la memoria, la memoria fotográfica, las escapatorias y sentir. De pronto estoy con ganas de pasear, volver a despertar con resaca, una resaca tradicional, divertida y dulce. He encontrado una mirada, una mirada contagiosa con ojos eternos, una boca, una boca indecente, y una voz, una voz atrevida, pero todavía hay que seguir revolviendo cualquier cosa. No he visto todo, hay miles de antojos, están los abrazos, las cosquillas, enredarse y el calendario; enredarse es deslizarse, salpicarse y asomarse a una fiesta de disfraces que puede ser la aventura de la noche o el tesoro de mañana. Voy a probar, contemplar en primera fila, mirar los talones, besarle una mejilla, para saber más de ti...
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'honesty is the best poetry'

Hace más de diez meses que te vi por primera vez, desde entonces sé que tienes una mirada gourmet, una boca de lana y una biblioteca de cuerpo.
Si hay que calcular por semanas, hace más de treinta que el hielo de mi vaso se estrelló en tu piso a propósito; sin usar más ningún traje que me ahogue me atrevo a confirmar que al final nos enojamos más con las expectativas que con las personas.
Siempre pensé que escribí las historias más emocionantes después de un beso, pero también lo hice solamente al tener conversaciones de larga duración y por su significado. Que te sirva de ejemplo. Es decir, es tan sencillo como entender que se tiene que querer fuerte para coger suave y que hay que escribir las cartas de amor siendo muy sano u honesto.
Estoy escuchando mi deseo, el de estar un rato a solas contigo. Estoy alimentado mi impaciencia con el recuerdo de aquel tema que no decía nada pero tú cantabas tan sugerente... Mejor soltarlo, ¿no? Sexy, sí, tan sexy. Estoy contando lo que mi cabeza no para de rebobinar y estoy madurando la idea de que estemos libres en algún momento.

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