ese día

Mi mano derecha en el este de tu pecho intentando apaciguar las carcajadas, mis dedos en el centro de tu boca buscando un silencio dulce, mi cabeza en la almohada de tu abdomen, mis ojos escuchando el cielo de tus labios, mis oidos mirando el sonido de tu voz y tu nombre que se repetía en distintas ocasiones sin fin aparente hasta que tu propia independencia me arrastró a las arcadas de la cicatriz más importante de tu vida. Tu sonrisa despertó mi risa y mis ganas de jugar con tus pies; eres la suerte de primera calidad que se durmió con el atardecer. Ese día hubiera podido cenar con el paso de tus años, tal vez me hubiera enamorado de lo que serás, pero no te volví a ver; me declaré culpable de querernos conquistar. Volvamos a vernos, a hablarnos.
FlickR

1 comentario:

  1. El tiempo lo minimiza todo menos el suspiro que dejabas caer sobre mi cuello...

    El tiempo lo minimiza todo menos tu recuerdo…

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