puente

Cuántos obstáculos en el camino y, aún así, cuántos puentes cruzados.
La vida no ofrece con seguridad el trayecto más agradable, pero la certeza de que al final pueda visualizar un paisaje distinto está en mis manos.
No es momento de recriminar nada, ni de tomar decisiones desagradables; es momento de asumir lo pasado y cambiar el presente a corto o medio plazo. Basta de un largo plazo. Basta de esperar por el mundo. Basta de dar más tiempo a mis sueños.
Es momento también de pedirte que me tomes de vuelta esta noche, hazme valer la despedida del año pero mejor aún hazme recibir el 2012 contigo.
Querido 2011: gracias por todo. Pero espero que, eventualmente, estés celoso del 2012, porque espero convertir éste año en uno de los mejores de mi vida.

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Monet

Muchos pensamientos en la cabeza, no sé en qué enfocarme; no sé si pensar de lleno en todo o de lleno en nada. Por eso, hoy, he venido a refrescar las ideas frente a mi Monet natural. Sabes que no me gustan las dudas; las dudas tienen la virtud de estropear cualquier vida, de condicionar y alejar muchas veces la felicidad. Hay espacio para ti. Siempre.
Y, si quieres, puedo ayudarte a disipar tus dudas.

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góndola

Salí a pasear esta mañana, quise buscar en la calle los colores que le hacen falta a mi alma y con suerte encontré mucho más navegando: tu sonrisa en cada ventana. No me sobra el valor para insultarme porque no debí esperar tanto para hacer este recorrido; ya sé que la vida a veces es muy injusta, pero hasta que no te pegas contra los obstáculos una y otra vez se hace difícil de comprender. Desde esta góndola el mundo se mira tan bonito, seguro que cualquier gondolero lo puede afirmar, y todo empieza con estas rosas amarillas en la proa. Hay que seguir navegando.
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trayecto

Este trayecto empieza a verse largo, amargo y pesado, a pesar de que ofrece sombra, de que me siento arropada, de que hay tanto y nada alrededor al mismo tiempo... Mientras camino iré poniéndole parches al alma para no mostrar sus roturas. Prometí no salar mis mejillas; prometí no dejar saber qué pasaba por mi mente; prometí no hablar con el nudo en la garganta y prometí no demostrar el quiebre de mi voz. Sabes porqué.
Hoy el sol avisará, igual que todas las mañanas, cuándo debo abrir los ojos y tú no estarás ahí tratando de ocultarme la claridad para que pueda continuar soñando.
Duele. Molesta. Enoja. Pero me hago grande. Me hago humilde. Me hago más yo. Construí paredes de bondad en mi burbuja; sabes mejor que nadie que yo me doy y que lo hago sobre todo sin temor a verme desilusionada, desganada, desfraudada; al final te sigo transmitiendo de todo un poco: inestabilidad, efusividad, rabietas, dulzura, entusiasmo, suavidad y hasta apacibilidad de genio, sí, tu genio, tu carácter.
Voy aplaudirme por un momento para reconstruir los ánimos; no eres tú quién tiene la culpa, ni mucho menos yo, no sabemos quién pero no tengo cómo esconderlo, los demás son expertos haciéndolo. Es más, la gente para zafarse de una situación que no puede controlar siempre le echa la culpa a alguien. ¿Qué tal si por lo que queda del día te echamos la culpa? Un par de horas seguro no te sientan mal. O por una hora me la echas a mí. Un(a)hora nos aclararía la vida, la consciencia, las manos, las señales, las culpas... No sé cuando mi "dicha amorosa" tomará su curso; si es por tu orgullo debería ir moviéndome hacia el lado del declive porque no volverás a hablarme... Quisiera que el corazón no se tocara, porque las palabras a veces lo hacen, luego los hechos y terminamos haciéndolo pedazos. Lo sé porque el mío tiene muchos pedazos, uno que a veces no te entiende, uno que otras veces no te tolera, uno que pocas veces no te quiere ver, pero también tiene uno que te quiere invariablemente, uno que te extraña incansablemente, uno que te admira inteligentemente, uno que no sabe tampoco qué va a hacer con sigo mismo y piensa hasta en romperse en más pedacitos... Soy un paréntesis, una tarjeta de salida, un columpio, un escalón (¿para haber ascendido o descendido?)... Fui, soy y seré tantas cosas.

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salir a volar

Fue el beso en la frente que me destrozó el alma.
La 'palmadita' en la cabeza, luego de los abrazos, escribió en mi frente el desenlace de las caricaturas: "The End". También fueron las ganas de besarte y tú esconder la cara mientras intentaba recuperar las fuerzas en tu hombro; tus palabras tan atinadas me devolvieron un frío respiro, porque el pecho de por sí ya era una caldera. ¡Cuántas emociones!, me gritaba la consciencia.
Comprendí que no debía retroceder más, era el momento adecuado para poner los dos pies bien juntos y hacia adelante, para no permitir que mis hélices siguieran girando hacia el mismo lado, para sentarme al timón de mis sentimientos y para ponerlos a volar sin acompañante. La vida es así, hay que volar solo y sin recomendaciones especiales. El amor no, ya lo sé; nadie mejor que yo para saberlo, es mi mejor motor. Pero hoy las ganas apenas alcanzan para salir a volar.

al compás de la música

Se me hace difícil recordar el día que te me perdiste entre la gente, quizás era una semana de mucho calor, a lo mejor de mucho frío... Tampoco puedo recordar en qué quise refugiarme, si realmente lo llegué a hacer, no sé qué pasó.
A parte del estrés que azotaba mi cara, tu ausencia sonaba en silencio y la chispa de tus besos se quemaba en mis labios. Me niego a girar el disco, a poner otro, a cambiar de auriculares, pienso que voy a seguir escuchando la misma melodía no importa el momento...
A veces, dos discos pueden girar al mismo tiempo, pero necesitan ser llevados a otro ritmo para poder darse cuenta de lo bien que pueden sonar juntos. Podría explicarlo de mil formas pero no me sobran las ganas.
Prefiero escuchar el remedio de los días grises mientras tanto e imaginar que tus manos me tocarán especialmente la noche en que me prepares un concierto de sentimientos.

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LUZ(a)

Te dejé la luz encendida. Te dejé la puerta sin los cerrojos enganchados. Te dibujé paisajes en el pasillo como los de "What dreams may come". Te dejé un regalo debajo de la almohada. Te dejé mi alma brillar a través de una lámpara...Pero estás tarde. No llegas para darme un beso de buenas noches. La luna me alumbra la nostalgia y las estrellas intentan cantarme una canción que me ponga de pie (I'm blue da ba dee dabba da-ee... dabba dee-a dabba da da ba dee dabba da...). Sí, ¡canta!, al menos me vas hacer reír; si llegas, ¿bailamos? Bajo el azul de la habitación, no tenemos nada que envidiarle a la noche. Y cuando te agotes, me despides con el beso aquel y una frase en el oído que me tiemblen las rodillas. Te reto... Te dejo la luz encendida.
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amor perfecto

"Yo la cuidé, Guilaine. Yo le dí todo".
Así se empezó a contar una historia, y que continuó sin ganas, pero debía escribirse.
"Sí faltaron algunos 'requisitos' que siempre buscaba, pero ¿qué le vamos a hacer? Para la perfección solo estuvo este amor, que de a poco por los caprichos, los cambios, las exigencias y la tajante y persistente inconformidad terminó sentenciándolo; lo colgó en los alambres de alta tensión que están en las calles... No debería de decir que sufrí, capaz que se entere y entonces volveré a ser el mismo idiota. Se me gastó el color de los ojos de tantas lágrimas; las manos sin fuerzas de tanto temblar, de conocer la verdad y querer dibujarla a mi antojo para hacerme feliz... El corazón habló a su manera en muchas ocasiones, se aceleraba y desaceleraba, me dejaba saber que quería continuar, que en todo momento lo haría, siempre que no tuvieran que llegar a pisotearlo. El problema es que no puede pasarse uno más tiempo triste y preocupado, que alegre y ligero. No quisiera ser malo, crudo, insensible, porque yo no quiero dejarle una herida por mi rabia; es una herida que aunque luego me arrepiente e invente mil formas de pedirle perdón, le dejará una cicatriz. Y esa cicatriz no dejará nunca de sacarse en cara. Por eso te lo cuento a ti, Guilaine. Mi enojo con ella no logra enterrar mis sentimientos; a ella la quiero, sólo que alguien tiene que saber que nada es perfecto. Ni siquiera este amor lo fue".

soldadita

Vas a escuchar los aviones volar sobre nosotros, tu "walkie-talkie" tendrá mi voz de fondo gritándote que no te escondas más, recordarás donde empezó esto, los errores que se arreglaron en tantas ocasiones y las balas que hoy se disparan por una guerra romántica que se disipa al odiarnos o separarnos con tanto amor.
Detrás de mí hay un batallón con cajas llenas de granadas para atacar tu orgullo y tu frustración, 'bazookas' para explotar tu fin con motivo, una metralleta para pulirte las virtudes, una 'baïonnette' para clavarte paciencia, rifles de francotiradores por sacarme de quicio y un lanzallamas para quemar esa efusividad negativa.
Todos los días desde que me levanto me armo de valor, me pongo mi chaqueta con un cinturón lleno de municiones y una cantimplora para tragarme los disgustos con más facilidad. Creo que estoy preparada para ésta guerra, pasa que de momento sirvo de operador de radios para tronarte besitos en el oído y me entretengo con los binoculares al mirarte el alma.

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mis tulipanes

Mi helado súper premium Häagen-Dazs de fresa, mi chocolate blanco con avellanas Ritter Sport, mi osa mayor en el espacio de mis anhelos, mi velero de primera calidad, mi norte donde no hay mapa, mis cosquillas en los pies, mi pecho en calentador "ON" cuando me dejas, mi corazón de reserva, mis lágrimas que nunca lloré, mi fuerza interior para despegarme de la almohada, mi sonrisa detrás de los labios, mis tulipanes junto al desayuno, mis piernas caminando sin descansar, mis gaufrettes au citron, mi pensamiento supersónico, mi mirada fija natural, mi atención descosida, mi fiesta al mejor estilo "Neverland"... y más.
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(my love) a lot bear

Para algunos eres 'My love', una 'divinura', un encanto, una 'preciosura' que le roba el corazón a cualquiera, un personaje que quisiéramos para diario en nuestras historias de vida real; con las cualidades más bonitas, ni siquiera todas las princesas de Disney juntas podrían compararse con tu personalidad. Pero pocos saben que hay 'algo' en ti mucho más natural de lo visible; el cuidado, es tu modo de actuar, la atención que prestas para que, a tu entender, salga lo mejor posible. Quieres evitar el daño, a tu corta edad intentas prevenir tan bien el peligro, te preocupas por ser una referencia y sientes temor de que pueda ocurrir algo malo cuando estás a cargo. ¡Son tan tontos!, sí, creen que solo eres una niña; ya desearía Love A Lot Bear" contar con tu capacidad; eres más, eres un ángel que no le importa cuidar de su hermano.

abrazo esponjoso

Mis pupilas estaban de fiesta hasta hoy. Mi mundo saludaba el amanecer con felicidad al ver tu sonrisa, escuchar tus besitos ruidosos y al ver ese color rosa de tus mejillas; traías puesto el colorete natural más lindo del planeta cada tarde a mi casa. ¿Cuándo puedo devolverte los abrazos de algodón que me dabas? Eran abrazos esponjosos, esos que sólo tú sabes dar, por tu ingenuidad, por ser especial. Recuerdo tus ocurrencias, tus gestos pero me derrito enseguida por la nostalgia que se esconde detrás de mi espalda a estas horas.
Quiero otro beso a través del cristal, mirar esos ojos de miel pura despedirse con tanta ternura y levantar con pocas ganas un 'adiós' provisional en las manos; porque yo te vuelvo a ver, eso seguro, y cuando te vuelva a ver te devolveré un abrazo esponjoso.

corazón roto

Una y otra vez. Sí, el corazón roto. Tantas veces ha estado en esas condiciones que ya está de más coserlo o pegarlo, simplemente queda dejarlo cicatrizar en soledad. Se ha acostumbrado a andar en la cuerda floja, pero al menos sigue latiendo y no deja que las palabras que hieren lo limiten a vivir. Resiste, ignora, pero no se guarda un "vuelve"; aunque sigas viéndolo en pedazos siempre está listo para endulzarte la vida, a ser el postre más deseado o a ser el niño que pierde habilidades por atender las distracciones... Y es que hay tantas preguntas que éste corazón no hace, que luego es el tuyo que termina respondiéndolas, así de simple.
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sin ti (the gift of love)

¿Qué hago en éste día sin ti? No se me ocurre más que apretarle el cuello a las horas buscando que pasen rápido y enterarme lo menos posible de que tu ausencia es irremediable. Tendré que tomarle una foto a tu rostro, imprimir una copia sin defectos para sentarlo en una silla frente a mí, en una mesa para dos e imitar la cena más romántica de la noche. A lo mejor mi locura no aguanta tanta destreza de mí parte para imaginar una conversación y mi cordura, mucho menos, una caricia que te hipnotice hasta las cejas, pero ya veremos...
Tal vez si lees esto a tiempo te animas a llamar y pedir que salgamos a por una copa de alegría, de cariño, de reconciliación o de lo que más crea el corazón (de manzana) que necesitemos.
Esta fecha se convierte en una excusa; es una excusa para hablar, contemplar los deseos y darle vida a las ideas en común. Pero en verdad poco me importa, es la publicidad de que sí importa que me hace rebotar las ganas de hacer lo que se podría hacer cualquier otro día del año y hasta con muchos detalles más.

ma petite Tour Eiffel

Desde lo más alto, con vista a la ciudad y "L'Arc de Triomphe" de testigo, podemos contemplar el resto del mundo, de la historia; cenar luego en el 'Moulin Rouge' y olvidarnos de las luces, ser parte de la noche, de las estrellas y la luna.
Todos los ojos encima de nosotros, ¡claro!, estaremos en la cima de la majestuosidad, en el momento menos pensado.
No dejaremos de hablar de los detalles, eso seguro, porque es la única forma de recordar que somos parte de lo que ocurre cuando queremos saber qué es la vida y dónde se esconde la belleza.

la canasta mágica

Te cuento que estaba por hacerme un collage, tenía los materiales en casa, justo enfrente mío; ésta tarde estaba totalmente lista para proyectar sentimientos con papeles, emociones con colores y sensaciones con dibujos peculiares, con el único fin de salir adelante, tener una memoria fresca. No sé porqué preferí mirar la canasta solamente, quedarme quieta e imaginarme caminando sobre baldosas de bambú en dirección a la oportunidad. Tal cual. Con la máxima intención de no cosechar retrasos, ésta vez no; me lo merezco. Por defecto, me he preocupado por lo que me hacen sentir, pero ¿y lo que yo me hago sentir? Me he enseñado a querer fielmente, todo o nada, y me he inspirado por la mejor historia de amor de todos los tiempos. He apoyado lo que mi consciencia aprueba; he inspirado y motivado con coraje las neuronas muertas, y he escuchado mil idioteces que descarta mi sentido común... Pero no te he dejado de tener pendiente.