corazón de papel


Supongo que desde el momento en que decidí arriesgarme a entender porqué esquivabas mis miradas sabía que el amor encontraría su lugar. Supongo que no asumí el peso que cargarías sobre tu espalda que yo decidiera no buscarte reemplazo, porque yo estaría constantemente excavando en los posos del patio de Cupido para mantenerte cerca. Supongo que comprendí en un principio que sería inevitablemente complicado dejarte de querer. El amor contigo no hace discusiones, no se desgasta, no se mancha; no sé. Se llena fácil, se tilda de grande y se hace más grande con mi promesa; mi promesa de prometerte promesas. No hay tierra firme con los abrazos, se mueve el piso, y ahora los besos de solo revivirlos me hacen temblar los labios. El amor contigo no calcula, no deja de ser, no se mide; no sé. Se olvida de las listas de espera, del cansancio, de las pisadas sanas pero tontas; es, incondicional, inocente, simplemente es. Supongo que contemplarte por detrás implica no saber que la verdad se esconde por delante. Supongo que sabía que este Octubre las rosas blancas no llegarían del mismo color, si es que tomaban camino. En Octubre obtuve; obtuve tanto el año pasado, miraba de los pies hacia abajo y miraba de la cabeza hacia arriba, que aprendí que el silencio retumba en los oídos cuando se pretende escuchar. Supongo que si a ratos te fijas que mi corazón ha dejado de latir es porque tus sonrisas lo hicieron de papel. Supongo que mi pijama respira en la cama sin alma a ratos y la almohada va escondiendo sus plumas a pasos cortos. Supongo que es normal sentir la vida en tu mirada… Supongo que no sé suponer bien.

3 comentarios:

  1. Uds dos saben que cuando vi la foto y leí este escrito quedé enganchado inmediatamente. Me fascina que sea el primer post de este blog.

    Un abrazo y éxitos!

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  2. El inicio de todo esto está en esa foto...
    Un abrazo, Mota, y muchas gracias!

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