ratbomb

Un "ya está, ya fue" sin relevancia, por instinto, por reacción; me hago fuerte, un "Ratbomb", trato de hacer acopio, pero apenas doy con la idea y hasta tu enojo es entrañable. Y tengo que entretenerme para no abrumarte. Me recreo contando mis lunares, que son tuyos, y los "porque" de conjunción que se hacen inmarcesible y te los escribo con la tinta invisible de mi saliva.
Empiezo.
Porque revolucionaste mi intimidad. Porque te quiero. Porque te respeto. Porque me hago pequeña cuando me corriges para bien. Porque me proteges. Porque tu abrazo es zona segura. Porque no sé echarte de menos y termino echándote de más. Porque me dejas quedarme con tus 'ataduras'. Porque me gusta calentarme las manos entre tus piernas. Porque me besas con pasión. Porque me enamoras al besarte. Porque me amas y te rehúsas a decírmelo. Porque te amo. Porque te las ingenias para derribar mis muros. Porque mi coraza deja de ser un campo de fuerza cuando me hablas bonito. Porque me enloquece tu risa. Porque me encanta verte sonreír. Porque eres transparente. Porque me permites ser natural. Porque tus defectos me enojan. Porque tus virtudes son perfectas. Porque ambos te hacen ser humano. Porque me encanta tu olor, tu sabor y tu forma de hacer el amor. Porque es dulce. Porque volver implica seguir admirando y enamorándome de lo desconocido. Porque lo desconocido te hace grande. Porque me pierdo en tu mirada. Porque me encuentro en tus manos. Porque tengo vida en tu vida. Porque me tiemblan las rodillas cuando te veo. Porque hay confeti dentro de mi cuerpo cuando te toco. Porque me corre oxígeno en las venas cuando me besas los oídos. Porque siempre depones cuando te quiero un poco más. Porque puedo continuar dando razones. Porque sí. Porque puedo. Porque quiero. Porque ya (no) está, ya (no) fue.

FlickR

1 comentario:


  1. “Hasta tu enojo es entrañable…” Qué más quisiera yo que me gritara. Confieso que recibir uno de sus reproches me traería de vuelta en vida. Porque su silencio me esta matando poco a poco… Duele todo y al final hasta ese dolor es mejor que su silencio… dolor que me acompaña en mi soledad como el último síntoma de vida.

    ResponderEliminar