carmín

Traes tu cuerpo y una entrada sin objeción; dejas que tu piel hable sola, hay ternura, carmín, naturalidad, expresión por partida doble y todo gira entorno al placer de mirar, de mirarte. Estoy a salvo.
No debería existir la superposición en ti. Me dejo perseguir de tu mirada.
Te desbordas en alivio, tu rostro no tapa mentiras, tu traje esconde una escultura y transpiras sensibilidad; es una verdad absoluta.

FlickR

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