hoy todo es una #FIESAT

Hay segundas oportunidades, para sonreír, para arrepentirse, para abrazar más fuerte y, cómo no, para llorar también. Sé que quebrarse es parte del cuento, pero delante de tus ojos nunca fue una opción; yo prefería hacerte reír y pedirte que pasaras tu vida suavemente por mi rostro para llenarme la seguridad de valor.
Tus quejas eran un grito al calor humano, a la compañía, a un oído que escuchara tus experiencias… Ahora hay rincones de esta casa sin aire, sin sonrisas, sin claridad y llenos de desencuentros. He chocado con tu sombra interminablemente, la miro de reojo con felicidad, porque ella sabe que te dije que te quería no solo cuando querías escucharlo sino también cuando yo necesitaba decírtelo.
Tú agárrate a mi cuello hasta ahorcar la impotencia, anda a dormir en el colchón más suave y blanco del infinito, peina tu pelo y mi corazón también, cuídame con tu mirada y habla de lo hermosas que son las pestañas cuando las lágrimas las cubren.
El desconsuelo de mi tristeza la alquilo sin renta fija, que solo quiero deshacerme de ella.

Que no te engañe la prisa, que no te esconda la vida cómo detener el tiempo y abraza cada vez más fuerte.

FlickR

tinta

Empezar el día con buenas vibras hubiera sido deslizar mis cinco dedos por todo tu rostro, de norte a sur, para despertarte. Luego descansar mi cabeza en tu pecho, en el centro de las ganas y volverme a dormir. Estás latente entre los recuerdos; es el desequilibrio de siempre, es el encuentro en cada madrugada y es el echar de menos sin fronteras, sin verbos... Estás en las páginas que se empapan de nuestra historia, de nuestros besos, de las caricias que se guardan en cada letra y respiran en cada palabra. También estás en la tinta que mece mis emociones, escribiéndome la carta más linda del mundo. Te desmenuzo sin tocarte, con los ojos y te convido a cultivarte en las paredes de mi boca, a darme el beso del año.
FlickR

remar

Bogar en los lagos de tus recuerdos, regresar a la orilla de tu boca, desembarcar mi tesoro en el puño de cada una de tus manos y conversar con tu corazón sin olvidarme de permitirte reposar las heridas... Necesito recargar mi tanque de afecto. De espaldas a tu pecho colgarme de él, dejarte morder los labios de mis hombros y recitarte al oído frases para temblarte el suelo; es que no puedo quererte menos. Tengo escalofríos al revivirte y tengo nervios al saberte dos metros de mí. Ojalá te preguntaras si el motivo de mis fuerzas para seguir remando es la felicidad de tenerte en mis pensamientos.
FlickR Héctor Mota Portes

fotografía

Las manos más expresivas.
El corazón de fresa que nos comimos.
El sudor en tu ropa después de quemar el estrés.
El sol en tu piel.
La mirada más grande.
Las ganas escondidas en el puño derecho.
La vida despertándose en tus labios.
Los faros de tus ojos.
Y mis ojos que te adoran.
El badén en tu espina.
El cuerpo más comfortable.
Los mensajes que no quieren una respuesta.
Las rayas de mi alma entre tus manos.
La respiración que me vuelve a encontrar en una bufanda.
El blanco te sienta de maravilla. El rojo también. Y el morado por igual.
Dormirme es uno de tus encantos; babearte es uno de mis encantos.
Valga la redundancia, los ojazos que me incitan a todo.
El balón de fútbol en tu boca.
Los bailes sin pudor, sin remedio...
Volver a decirte 'te amo'.
Cuánto se vive y se revive en la fotografía.
FlickR

sin adjetivos

 
"Asesina de adjetivos. Ya no sé cómo llamarte".
FlickR