eso y más

La fiesta que me pierdo, el gran día que siempre se espera, el antojo del paladar, las horas que no vuelven, la cultura de mi mitología, la ilusión que saluda con entusiasmo y se despide con la tristeza que no sabe describirse, la ventana que da a un cielo azul y las huellas que dejan mis pies. Eres. Eso y más eres. Mi cuento de hadas, la piel que arde conmigo, los ojos que me dan puntos de vida, las manos que agarran mi felicidad, el rostro que descansa en mi mano, la complicidad que no miente y el motor de mis impulsos. Eres. Todavía eres eso y más. La imperfección única, el mundo que viaja conmigo, la mirada llena de enormidad, el sueño de mi locura, el temblar sin control, los besos esponjosos, la luna de mis noches y la suerte que encontré en un pajar. Eres. Todo eso eres y puedo seguir. Los números de mi combinación, el pecho que se abre con suavidad, la tranquilidad que me roba el estrés, la voz que endulza lo sin sabor, el abrazo que me toma por la cintura con delicadeza, el miedo que se rompe con un "Hola", los recuerdos que revivo con muchas sonrisas y el suspiro que llena los pulmones con aire de colores. Eres. Simplemente eres. La novela de final feliz, los deseos compartidos, los labios más dulces en la mejilla, mi despertador con la hora más oportuna, la quinta línea de este párrafo, las palabras que no sobran, el sentimiento recíproco y la boca por la que pido más. Eres.
FlickR

3 comentarios:

  1. Es un ansiolítico y una perfecta alienación.

    Jenny.

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  2. Si de algo me voy a lamentar después de muerto es de no poder seguir leyéndote desde mi tumba

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