camino de Segovia

Camino de Segovia comprendí que las estrellas seguirían durmiendo en tu espalda, las rosas entre tus piernas y el mar en tus labios. A veces ver el resto de los rieles, de frente a todo lo que se va dejando detrás, implica fijarse en los ferrocarriles que pueden acercarse a destrozarnos las ganas de arriesgar. Yo me debo a mis escrituras, al desahogo de las paredes de mi boca, pero tú no, tú te debes a alguien. Y entre tanto deber te quedas debiéndome más. Ya sabes que me derrito cuando tocas mis debilidades. Tu ingenuidad es una trampa y he aprendido que hasta para mirarte de reojo hay que tener experiencia. Camino de Segovia quería darte los buenos días pero las letras descansaban todavía en los silencios de tu habitación; no vale la pena despertar el ruido de la respuesta que nada contra la marea. Mis retinas no dejan de bailar en tus recuerdos; yo sé que no mientes cuando dices que me quieres, pero sé que mientes cuando dices que no me quieres más. No importa si no rebobinamos la historia, mañana seguirán durmiendo las estrellas en tu espalda y yo me quedaré con el sueño de respirar las rosas entre tus piernas y hundida en los mares de tus labios.
FlickR

3 comentarios:

  1. "Mis retinas no dejan de bailar en tus recuerdos; yo sé que no mientes cuando me dices que me quieres, pero sé que mientes cuando me dices que no me quieres más. No importa si no rebobinamos la historia....."
    Vales mucho, pingüinita! Y lo sabes.. Se nota por la seguridad con la que escribes.
    Sabes que no me canso de leerte. Una y otra vez, un verdadero placer!

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  2. Me encanta cada vez que te leo por tu forma peculiar de hilvanar cada frase.

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