la canasta mágica

Te cuento que estaba por hacerme un collage, tenía los materiales en casa, justo enfrente mío; ésta tarde estaba totalmente lista para proyectar sentimientos con papeles, emociones con colores y sensaciones con dibujos peculiares, con el único fin de salir adelante, tener una memoria fresca. No sé porqué preferí mirar la canasta solamente, quedarme quieta e imaginarme caminando sobre baldosas de bambú en dirección a la oportunidad. Tal cual. Con la máxima intención de no cosechar retrasos, ésta vez no; me lo merezco. Por defecto, me he preocupado por lo que me hacen sentir, pero ¿y lo que yo me hago sentir? Me he enseñado a querer fielmente, todo o nada, y me he inspirado por la mejor historia de amor de todos los tiempos. He apoyado lo que mi consciencia aprueba; he inspirado y motivado con coraje las neuronas muertas, y he escuchado mil idioteces que descarta mi sentido común... Pero no te he dejado de tener pendiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario