disfraces

Media mañana, rutina sin opción, cansada, con sueño, encerrada, ahora sin tiempo para nada, después con tiempo para todo. Por suerte existe la memoria, la memoria fotográfica, las escapatorias y sentir. De pronto estoy con ganas de pasear, volver a despertar con resaca, una resaca tradicional, divertida y dulce. He encontrado una mirada, una mirada contagiosa con ojos eternos, una boca, una boca indecente, y una voz, una voz atrevida, pero todavía hay que seguir revolviendo cualquier cosa. No he visto todo, hay miles de antojos, están los abrazos, las cosquillas, enredarse y el calendario; enredarse es deslizarse, salpicarse y asomarse a una fiesta de disfraces que puede ser la aventura de la noche o el tesoro de mañana. Voy a probar, contemplar en primera fila, mirar los talones, besarle una mejilla, para saber más de ti...
FlickR

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