Yo no fui "Pa'l norte" pero los llevé bien "Adentro"

No se puede explicar muy bien lo que sucede, pero haré el intento. Puede que no me mueva la situación política y social de determinado país, pero cuando Calle 13 te lo cuenta te toca como si fueras de allí, entonces todo cobra sentido...
Hay canciones que son un vacilón, para gozar un "mogollón", para saltar aunque sea en un pie y para salir con olor en todo tu cuerpo a cerveza al terminar de desgarrarte cantando. También están las que te hacen el nudo en la garganta, que no encuentras por dónde dejar que baje la saliva, porque sabes que hay un pestillo en ese pasillo que no te permite resbalar tus sensaciones hacia las paredes del estómago; también están las que te ponen la piel de gallina y los pelos de punta, esas que se atreven a desafiarte para que llores, pero al final logras controlarlo y apenas se te aguan los ojos. Y es en esa transición, una especie de melancolía (esa alegría desmesurada mezclada con tristeza, qué sé yo...), que comprendo que la música me puede y me puede más lo que decida decir el cantante.
Calle 13 tocó en Toronto, el pasado 25 de julio en el Nathan Phillips Square, conquistó más del norte y yo pude haber estado en ese concierto, pero mi operación de la rodilla me lo ha impedido. De todos modos, estoy contenta porque mis hermanas se han encargado de compartirme vídeos, fotos y sus anécdotas, y por sus comentarios estaban llenas de emoción brindando y brincando por el aguante, gozaron un mundo; no podía esperar menos, eso siempre me pasa a mí, porque en sus conciertos hay de todo y sus combinaciones lo hacen mucho más potentes: la letra, la música, el repertorio y la energía. Además, hay grados de genialidad y luego está PG13, una joya. A fuego.
Hoy me he desviado del concepto de mi blog, pero he vuelto a escribir después de meses, aunque sea una "cabronería", y me da igual. Ñeta. Espero que este fin de gira deje grandes cosas para el futuro. Suerte.

FlickR

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